Me declaro fan de este tipo de persona que, aunque acaba de conocerte, te abre las puertas de su casa, como si te conociera de toda la vida. No tienen miedo a que la gente los traicione. Confían ciegamente, aunque después acaben heridos.
Me gustaría poder vivir así, abriéndole los brazos a todo aquel que quisiera entrar en mi vida. Poder vivir con la tranquilidad de saber que las personas que tengo a mi alrededor no me harían daño. Pero me apena decir que no soy tan ingenua. Las personas a veces son malas. Y no soy capaz de dar oportunidades como si me sobraran, sabiendo que en muchas ocasiones van a acabar haciéndome daño.
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