lunes, 22 de mayo de 2017

Lo siento muchísimo.

Lo siento muchísimo. Aunque me intente convencer a mí misma de que ya te perdoné, no va a llegar a ser una realidad. Sigo odiándote como si lo que me hiciste hubiera ocurrido ayer mismo. 

Después de tanto tiempo, creo que no eras consciente de todo el daño que estabas haciendo. No solo a mí, sino también a otras tantas como yo. Lo cierto es que pasó y eso ya no se puede remediar. No fui lo suficientemente fuerte como para decir basta y plantarte cara a ti y a todo el mundo. Y me duele como no te lo imaginas ver que tú sigues con tu vida como si nada hubiera ocurrido, como si no te hubieras dedicado a asegurarte de que mi simple existencia fuera un infierno día tras día. Te veo tan feliz, cuando en realidad te mereces sufrir tanto como lo hice yo por tu culpa. 

Han pasado los años, pero el dolor sigue siendo el mismo. Tú te ocupaste de abrirme una herida tan dolorosa y tan profunda que, para mi desgracia, no se va a poder curar en toda una vida. Espero que te enorgullezcas de ello. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario