jueves, 4 de mayo de 2017

Es por tu bien...

Es por tu bien... ¿Cuántas veces habré oído esa frase? E inmediatamente ocurría algo que no me gustaba en absoluto, todo con la escusa de que era para ayudarme. Y en realidad, la situación acababa empeorando. Hay ocasiones en las que la cagamos cuando lo único que queríamos era ayudar. Al final acabamos haciendo más daño que otra cosa. 

Muchas veces, las buenas intenciones no bastan. Al fin y al cabo, hasta los dictadores más crueles de la historia creían que las tenían, que lo que hacían por un bien común. 

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