jueves, 25 de mayo de 2017

Egoístas e insensibles.

Arreglar las cosas a golpes o quitar del medio a todo aquel que nos moleste empieza a convertirse en una costumbre. Incluso hay ocasiones en las que ambas opciones van de la mano. 

La violencia es algo que nos parece tan normal que ya ni nos sorprende. Tiroteos, guerras, mujeres asesinadas, peleas callejeras, inmigrantes ahogados en el mar solo por querer buscar una vida mejor... Hasta las propias películas que vemos incitan a todo esto. ¿Qué más da que nos creamos dioses para decidir quién puede vivir y quién debe morir? ¿Qué más da que muera una persona o que mueran cien mil? No hay que ser un lumbreras para darse cuenta de que cada día que pasa, nos vamos volviendo un poco más egoístas y un poco más insensibles. 

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